domingo, 1 de abril de 2018

Alteraciones neuropsicológicas en la enfermedad renal

Dentro de la afectación multisistémica que se presenta en las personas diagnosticadas con enfermedad renal crónica es muy usual encontrar alteraciones neurológicas a nivel central y periférico. Estas afectaciones suelen presentarse de diversas formas y están estrechamente ligadas a los cambios metabólicos en los pacientes. Las manifestaciones de la enfermedad renal son evidentes para el paciente cuando hay una acumulación de productos tóxicos en la sangre que normalmente deberían ser eliminados por el riñón. Frecuentemente este fenómeno desencadena síntomas como letargia, apatía, náuseas, vómito, temblor, movimientos musculares involuntarios y convulsiones. Por otro lado, pacientes que se encuentran en etapas avanzadas de la enfermedad renal y requieren de tratamiento dialítico, especialmente en modalidad de hemodiálisis pueden presentar desequilibrios electrolíticos que también impactan en funciones neurocognitvas, generando síntomas como los descritos anteriormente y adicionalmente desorientación y alucinaciones. Los avances en las técnicas de diálisis han logrado mitigar de forma significativa esta problemática, sin embargo alteraciones a nivel de funciones cognitivas superiores como memoria, atención, concentración y solución de problemas se presentan de forma leve a moderada en esta población. Estas disfunciones suelen estar ligadas a otros problemas frecuentes de personas en diálisis como un pobre estado nutricional, la presencia de  enfermedades comórbidas como la diabetes, hipertensión arterial o enfermedad cardiaca arterioesclerótica, además de las frecuentes hospitalizaciones.
Es común que los pacientes con ERC presenten trastornos neuropsiquiátricos, como depresión, ansiedad o empeoramiento de un deterioro cognitivo ya existente. 

La actividad de los neurotransmisores también se ve afectada en pacientes con enfermedad renal, el aumento exagerado de la hormona paratiroidea genera una acelerada captación, síntesis y liberación de norepinefrina, lo cual da lugar a una pronta ausencia de este neurotransmisor para posteriores estados alterados de las vías dopaminérgicas. En múltiples estudios se ha demostrado la estrecha relación que existe entre la actividad de estos neurotransmisores y estados depresivos, ya que la norepinefrina tiene como una de sus funciones principales la regulación del estado de ánimo, del sueño y la vigilia. Por otro lado, la gestión de la dopamina tiene influencia directa en la motivación para realizar actividades, la liberación limitada de esta sustancia se relaciona con anhedonia. Asimismo La vía dopaminérgica mesolímbica  es una de las más importantes para la conexión cerebral de áreas como la amígdala, el hipocampo y corteza prefrontal, las cuales están directamente implicadas en las recompensas químicas que permiten sentir placer y mantener motivación por realizar determinadas conductas.


Teniendo en cuenta que la enfermedad renal aguda o crónica genera alta vulnerabilidad a la presentación de diversas alteraciones neurológicas y psicológicas, la forma inicial de prevenirlas es seguir las prescripciones médicas, ya sea de terapia de reemplazo renal en cuanto a la frecuencia de las sesiones y su duración, como a las recomendaciones nutricionales y los tratamientos farmacológicos. Es menos probable que un paciente desarrolle alteraciones neuropsicológicas si se mantiene controlado en sus patologías de base como la diabetes y la hipertensión, asimismo con unos niveles de depuración adecuada de elementos tóxicos en la sangre mediante las terapias de diálisis. Adicionalmente hay condiciones socioambientales que actúan como factores protectores, contar con un apoyo familiar adecuado, establecer una comunicación oportuna que permita una buena expresión emocional, la realización de actividades laborales u ocupacionales que le permitan al paciente sentirse importante y útil, además de una correcta aceptación de la enfermedad facilitará el afrontamiento y la búsqueda de ayuda profesional a nivel psicológico o psiquiátrico de ser necesario.

En caso de presentar una enfermedad renal crónica es necesario mantener un alto nivel de compromiso y autocuidado, evitar alteraciones adicionales y trastorno del estado del ánimo, es fundamental para poder lograr una buena calidad de vida. La siguientes recomendaciones son de gran utilidad para lograrlo: