LA PENURIA DE UN PACIENTE CON ENFERMEDAD RENAL TERMINAL.
A los 31 años Yonny, había vivido toda su vida entre fincas y potreros desempeñando labores de jornalero que ocasionalmente alternaba con oficios de albañilería en busca del sustento diario. La vida transcurría simple para Yonny, pero un día llegó la mala hora. Una serie de síntomas aparecieron: le constaba concentrarse, sentía un olor raro en su sudor y en su aliento; su vigor fue desapareciendo, sólo quería permanecer acostado en su vieja hamaca; ya no disfrutaba los suculentos platos preparados por su mujer; era como si de a poco se fuera apagando. Sus familiares preocupados, como pudieron lo llevaron a la ciudad de Valledupar a 2 horas de viaje desde su caserío.
En la clínica le fueron realizados exámenes de sangre. El médico de turno fue el encargado de darle la fatídica noticia: “tus riñones ya no funcionan… nos toca empezar diálisis”. Así, sin más. Yonny quien apenas sabía leer y escribir intentaba entender la magnitud de la sentencia que le había sido impuesta. Ese día empezó el calvario de Yonny, pues se convirtió en un desplazado, no por la violencia del conflicto armado Colombiano, sino por la enfermedad renal terminal. Desde entonces Yonny se refugió donde unos familiares que vivían hacinados en una casa mal construida, de 2 habitaciones donde vivían otras 10 personas.
Para sobrevivir, Yonny debe asistir 3 veces a la semana a la unidad de diálisis; allí es conectado a una máquina que elimina el exceso de agua en su cuerpo y de toxinas en su sangre. Esta es su nueva rutina, lejos de lo que fue su vida, ahora sólo trata de sobrellevar las penurias que ha traído su enfermedad.
Esta es la historia de muchos de los 30 mil colombianos que hoy en día se encuentran en diálisis. En el mundo unas 500 millones de personas tienen Enfermedad Renal Crónica (ERC), siendo Los países de ingresos bajos y medios aportan cerca del 80% de esta cifra. En Colombia, debido al impacto que genera en la economía del Sistema General de Seguridad Social en Salud, fue catalogada como una patología de alto costo. las causas tradicionales de ERC son la diabetes, la hipertensión, problemas obstructivos de las vías urinarias, las glomerulopatías primarias o secundarias y las nefropatías hereditarias. Sin embargo se ha descrito ERC no asociada a causas tradicionales y ha tomado relevancia la nefropatía que afecta a las comunidades agrícolas en mesoamérica asociado a inadecuadas condiciones de higiene y salud Ocupacional, riesgos tóxico ambientales (agroquímicos y metales pesados), estrés térmico y deshidratación en largas jornadas de trabajo. Resulta entonces la tormenta perfecta, entre la pobreza, pocas posibilidades de acceso a atención en salud de calidad y carencia políticas claras de prevención y detección temprana de la ERC. La historia relatada es la historia de muchos Colombianos que no sólo padecen los rigores de la enfermedad en sus cuerpos, sino del desgaste social, familiar y económico que trae consigo.
Dedicado a las miles de personas que hoy padecen enfermedad renal terminal.
Por: Anaya M.